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Por Jorge Aceña
Alejado del histerismo constituyente al reguero burlesco, mordaz e irremediablemente sarcástico, la nueva creación y consiguiente alzamiento panfletario de Michael Moore gira en torno a la intermediación entre una realidad acontecida y una idealización pragmática de los modelos a los que hace fervientemente hincapié. En otras palabras, con ¿Qué invadimos ahora?, el famoso documentalista americano pretende exponer la naturaleza de un sistema igualitario y jurisprudente en Europa con la que llevar a cabo una equiparación ligada, satíricamente, a la realidad de la todopoderosa América.
Estableciendo como pretexto las altas dotes irónicas de un personaje cuyo carácter se basa en el enaltecimiento crítico de una sociedad incongruente consigo misma, la nueva película/documental de Moore no llega a reconducir aquel impecable sendero construido inteligentemente con títulos imborrables como “Bowling for Columbine” o “Fahrenheit 9/11”, pues su último tratado exponencial deshace – con insistente reverberación de coletillas y añadidos cómicos – la idea de atribuir una mayor sociedad que la ejemplificada en la representación de los asuntos concurrentes a la descripción de cualidades óptimas respecto al ámbito laboral, gubernamental etc. de los distintos países europeos.
No es que exista una denotada distinción en cuanto a fondo y forma entre esta y las anteriores películas de Michael Moore, la diferencia reside en la ejemplificación de un mismo discurso sin una fuerza trascendental equitativa y notoriamente mordaz. ¿Qué invadimos ahora? Se corresponde con un modelo menor y menos efectivo de entre toda su obra aunque poseedor de la misma radiografía cronista y carismática. Igualmente imperdible.
ESTRENO EN CINES 27 DE MAYO